sábado, 20 de marzo de 2021

Diferencia entre un Virus y una Bacteria

 




Virus vs. bacterias

Muchas personas, por ejemplo, antes de la pandemia, confundían un virus con una bacteria. Opino que esa confusión ahora es mucho menos frecuente. En la actualidad, mucha gente sabe que confundir un virus con una bacteria, es, como no distinguir entre un dulce y un gato.

El dulce es una sustancia inerte que solo se expresa cuando se disuelve en la boca y nos hace sentir su dulzura; de otro modo, el dulce es un objeto inanimado que está encima de la mesa esperando que alguien se lo lleve a la boca para dar “razón de su existencia”.

Por el contrario, el gato es un ser vivo: nace, crece, se reproduce y muere. Es decir, tiene vida propia.

Del mismo modo, al igual que el caramelo, el virus es una estructura inerte, es una molécula química que no nace, no crece, ni muere. Como lo hemos descrito en episodios anteriores, está constituido por un genoma o ácido nucleico central (ya sea de ARN o ADN), recubierto por una cáscara de proteínas, grasas y azúcares.

No tiene vida propia, y como el caramelo, está esperando ingresar a un ser vivo para infectarlo, apoderarse de su sistema de reproducción celular para hacer miles de millones de copias de sí mismo y causando enfermedad en ese proceso.

La bacteria, por otro lado, al igual que un gato, es un ser vivo que nace, crece, se reproduce y muere. Además, cumple diversas funciones en la naturaleza, la mayoría de ellas, útiles.

Esa explicación puede ayudarnos a entender lo que es el comportamiento viral y la vigilancia genómica.

¿Cómo se comporta un virus?

Al reproducirse, el virus hace miles de millones de copias de su genoma. En el proceso, sufre cambios en la secuencia genética de su lábil molécula central de ARN.

La gran mayoría de esas mutaciones son simples: no causan ningún cambio en el comportamiento del virus. Sin embargo, algunas de ellas sí pueden modificarlo.

Pero, muchos se preguntan: ¿qué es el comportamiento de un virus?

Allí nos dice -después de analizar cómo el virus infecta a sus víctimas- que “cada vez está más claro que muchos virus cooperan, se unen para coinfectar a sus huéspedes y romper las defensas inmunes antivirales”.

En el artículo se describe cómo un tipo especial de virus llamado bacteriófago (también conocido como fago), que infecta a las bacterias, produce una señal química, un péptido de solo seis aminoácidos bautizado como “arbitrium” (consenso en latín), que es una especie de mensaje que dice: “Acabo de atacar a una bacteria”.

Cuando la cantidad de ese “arbitrium” aumenta en el ambiente, los virus se dan cuenta de que han infectado tantas bacterias que ya no quedan muchas disponibles. De esta manera, dejan de destruir a las bacterias y entran en un estado de relativo descanso.

Ese es un ejemplo, entre varios otros, de que los virus son capaces de tener comportamientos y modular el ritmo de infecciones que producen.

En ese sentido y como hemos visto aparecen nuevas variantes del covid-19 que son capaces de ser más infecciosas y de resistir a los anticuerpos, uno se pregunta: ¿Será que los virus se están dando cuenta de que alguien está tratando de controlarlos y por lo tanto mutan para adaptarse a los ataques y ser más eficientes en su reproducción?

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